ANALIZANDO: ÓSCAR CASAS

11 diciembre, 2019 Publicado por

El actor Óscas Casas nació en Barcelona. Pero seguro que con la cantidad de trabajo que está consiguiendo en series y películas pasa mucho tiempo en Madrid, ¡Así que puede visitarnos!

¿Te suena su apellido? ¡No es para menos! Su hermano Mario Casas ya había conquistado la gran pantalla adolescente y ahora ha cogido el testigo su hermano Óscar. A día de hoy, España entera o al menos los que tenemos redes sociales hemos visto el sensual baile con su novia Begoña, que nos han puesto verdes de envidia. Y es que el chico además de guapo sabe bailar. Y no es para menos, ya que Begoña es bailarina y seguro que alguna clase que otra ha recibido de su parte.

El hermano pequeño del que fue H en A tres metros sobre el cielo está siguiendo los pasos de Mario, dedicándose a la interpretación y quitando el hipo a más de un@. Hemos podido ver a los dos hermanos compartiendo pantalla en la nueva serie de Movistar+, Instinto. En esta serie de pasión y desenfreno, Mario es el protagonista y Óscar se ha sumado al elenco de actores, con el papel de nada más y nada menos… ¡su hermano también en la ficción!

Las cosas no pueden irle mejor al pequeño Casas: ha triunfado allá por donde va, tiene cientos de miles de seguidores y está enamorado. No podemos decir lo mismo de Mario, cuya reciente ruptura con Blanca Suárez, también actriz, nos ha devuelto a uno de los solteros de oro.

Además de motivos más que de sobra para sonreír, Óscar Casas tiene una sonrisa que transmite y encanta, como todo buen actor.

Con unos dientes blanquísimos, resultado de algún que otro blanqueamiento, Óscar tiene una alineación de los incisivos superiores buena y armoniosa. Sus dientes denotan juventud, con bordes redondeados y grandes. Llevó brackets de pequeño, aunque no sabemos si en la parte de abajo, ya que los incisivos inferiores están algo apiñados, desalineados y con rotaciones.

La compresión de sus arcadas, con dientes angulados a lingual, se puede ver en los huecos entre los dientes y las mejillas que aparecen cuando sonríe.

Un año de tratamiento con alineadores invisibles sería más que suficiente para darle amplitud a su sonrisa, eliminando esos odiosos corredores bucales y alineando sus incisivos inferiores, así como corrigiendo las rotaciones notorias de sus colmillos.

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